Cientos de personas se reunían todos los domingos en el patio seco de un edificio que depende de la Provincia, para bailar milonga, pero el nuevo director del lugar les dijo a los organizadores "no vengan más". El promotor de tal situación es el grupo "Tango La Plata" que se reúne desde hace seis años en dicho patio del Centro Administrativo Gubernamental de la Provincia de Buenos Aires.

El sitio es uno de los edificios donde funciona la administración pública bonaerense. Lugar que los platenses llaman "las torres" y es un espacio público que domingo a domingo reúne a cientos de personas que comparten esta actividad cultural: toman clases de tango y luego se hace una milonga.

"Nos dijeron que no podíamos pisar más el piso de la torre", contó Ulises Delleville a los medios y se lamentó porque "nuestra idea es difundir el tango. Para eso estamos en un espacio público".

Bajo el nombre El tango no se va de la torre, se organizó a través de Facebook una convocatoria para el próximo domingo con el objetivo de repudiar la decisión de Carlos Rossi, el nuevo director del Centro Administrativo Gubernamental y quien le bajó el pulgar al colectivo "Tango La Plata".

"Entre las razones que nos dieron por las cuales no podíamos usar más el espacio era que gastábamos el piso. Lo que ellos no saben es que los tangueros están orgullosos de sacarle brillo al piso", contó el docente de tango que en varias oportunidades salió de gira como bailarín.

A pesar de que el funcionario que los prohibió dio marcha atrás con la desición al ver la repercusión mediática, los organizadores de la jornada de protesta confirmaron que se realizará igual y piden “que nos autoricen a usar los baños de la planta baja y que nos den un permiso por escrito para usar el lugar".