Ni lenta, ni perezosa, Laura Alonso dejo caer una de las causas emblemáticas por la corruptela radical en el gobierno de Fernando De la Rúa. Se trata de la causa en la que se investiga las coimas en el senado. El pago de las dadivas fue para aprobar la ley de flexibilización laboral.

La denuncia fue contra el mismo presidente, pero también involucró al ex jefe de la SIDE, Fernando Santibañes, el ex titular de la cartera laboral, Alberto Flamarique y los ex senadores del PJ, Remo Costanzo, Ricardo Branda, Augusto Alasino y Alberto Tell. Una pieza clave en la causa fue el auto incriminado, Mario Pontacuarto.

En diciembre del año pasado, un tribunal de Casación confirmó la absolución de los acusados. En caso de haber apelado, la Oficina Anticorrupción habría llego a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Alonso dejó caer la causa que ya formará parte del olvido y no se condenará a quienes fueron los responsables del pago de coimas para aprobar una ley en el Congreso, según lo que reconoció el arrepentido Pontacuarto.

Lo curioso es que rápidamente, la titular de la OA comenzó a devolver los favores a la estructura partidaria que posibilitó la llegada al Gobierno. Ahora se explica la presencia del mismo De la Rúa en la asunción del propio Mauricio Macri.