"La pérdida de poder de compra de los salarios es cada vez más evidente. Este deterioro se puede medir de varias formas. Y hay una que es contundente: con un sueldo promedio de la actualidad se compran menores cantidades de alimentos que los que se podían comprar en 2001. Esto ocurre porque los precios de los alimentos, de acuerdo con los registros oficiales y no sólo los privados, aumentaron más que el salario promedio de los trabajadores en blanco que informa el Ministerio de Trabajo.

Así, por ejemplo, en octubre de 2001 el sueldo promedio de la economía formal era de $ 880. Con esos ingresos se podían comprar 533 kilos de pan, que -según datos que el INDEC publicaba en esa época y ahora no lo hace- valía entonces 1,65 pesos.

Comparado con lo que ocurrió en octubre de 2014 se advierte el mencionado deterioro: el sueldo promedio ascendió a $ 10.900, pero el kilo de pan francés pasó a costar $ 23,51 el kilogramo, según datos de la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires. Así, el mes pasado el trabajador promedio podía comprar 463 kilos de pan. Conclusión, en 2001 un trabajador promedio podía comprar 69 kilos más de pan francés de lo puede comprar ahora.

Lo mismo pasa para la casi totalidad de los 65 alimentos que el INDEC informaba en 2001. Una excepción es la leche ya que ahora se pueden adquirir 91 litros más", indicaba Altamira.

El domingo a la noche, Lanata había escandalizado a su audiencia con el informe de Bermúdez, que, entonces, tenía como premisa fundamental que "en octubre de 2001 el sueldo promedio de la economía formal era de $ 880".

Sin embargo, yendo al archivo, nos encontramos con el mismo Bermúdez, en agosto de 2003, asegurando que en 2001 pasaba otra cosa.

"La mitad de los casi 9 millones de trabajadores sigue ganando 400 pesos o menos, como antes de la devaluación (diciembre de 2001), a pesar de que, en promedio, desde entonces la inflación fue de casi el 45%.

En gran parte, eso se debe a que la mayoría de las nuevas ocupaciones son de planes Jefas/Jefes de Hogar de 150 pesos mensuales y que los asalariados "en negro" subieron del 38,8% en octubre de 2001 al récord del 45,1% en la última medición, de mayo de 2003.

Sin embargo, de acuerdo con los datos del INDEC, en octubre de 2000 la mitad de los empleados asalariados ganaba hasta 448 pesos. Con los recortes de salarios que aplicaron muchas empresas para hacer frente a la recesión, ya en mayo de 2001 la mitad pasó a ganar menos de 400 pesos. Y se mantuvo en ese nivel a pesar del fuerte aumento de los precios que se produjo a partir de enero de 2002, luego de la devaluación del peso.

Para mantener el mismo poder adquisitivo que antes de la devaluación ahora la mitad de los asalariados tendría que ganar hasta 580 pesos en lugar de los 400 pesos o menos que marca la estadística oficial. Pero como los que ganan menos de 400 pesos destinan casi todos sus ingresos a la compra de los alimentos básicos, que aumentaron un poco más del 70% desde la devaluación, ahora esa gente debería estar ganando hasta 680 pesos para comprar la misma cantidad de alimentos.

También en pesos nominales, en promedio, los sueldos se deslizaron hacia abajo: disminuyeron de 587 pesos en octubre de 2000 a 541 pesos en mayo de 2002, para volver a descender a 537 pesos en la última medición de mayo de 2003.

En el Gran Buenos Aires también la mitad de la gente ocupada gana menos de 400 pesos, cuando en octubre de 2000 ese 50% cobraba menos de 460 pesos. Y en Capital Federal de ganar menos de 650 pesos, ahora cobran menos de 600 pesos.

Corrientes y Concordia son las ciudades donde en promedio los trabajadores menos ganan: entre 329 y 341 pesos, pero en ambos lugares la mitad gana menos de 250 pesos por mes. Y no por casualidad se trata de dos ciudades que tienen más de la mitad de la gente asalariada "en negro"".